El Valle de Artana se encuentra en el espacio protegido de la Sierra de Espadán. Sus bosques frondosos de pinos blancos y algunas encinas, su arquitectura de paredes en piedra en seco y sus rocas calizas, hacen de este lugar un paraje único en la Comunidad Valenciana. 

Estas tierras del Alto Mijares no solo son conocidas por sus manantiales o sus bosques, también por su patrimonio cultural. Así es, ya que en Artana han vivido diversas civilizaciones como los íberos o los romanos, hasta la llegada de los musulmanes. Como a lo largo de toda la Sierra de Espadán los árabes dejaron su huella tanto en monumentos como en el uso y canalización de las aguas del valle. Entre los principales vestigios podemos encontrar el Castillo de Artana, construido sobre restos romanos y que posteriormente fue remodelado en época medieval. Actualmente, ha sido restaurado y se han sacado a la luz la mayor parte de sus paredes, anteriormente enterradas.

En este territorio privilegiado nace el agua de Orotana. Mantiene unas características minerales especiales, dada la profundidad de su manantial y el entorno natural en el que se encuentra. Además, destacada por su ser un agua natural, fresca, equilibrada y saludable. Gracias a su calidad esta especialmente indicada para deportistas, para la preparación de alimentos infantiles y para dietas pobres en sodio.

Además, el agua de Orotana fue reconocida por su calidad en 1995, con el premio del certamen de Aguas Minerales Española, y está avalada con la certificación ISO 9001:2008.